sábado, 29 de diciembre de 2012

- ¿Y si esta vez te quedaras?
- Salí por la puerta. No me queda ningún recuerdo.
- Vuelve e inventa una despedida. Finjamos que la tuvimos.

Tú y yo no tuvimos una despedida. Saliste de mi vida igual que entraste: de repente. Sin anunciarlo. Sin esperarlo. No me dio tiempo a decirte todo lo que se me quedó en la garganta esperando ese momento. No me diste tiempo. Saliste corriendo. Y yo me despido de ti cada día que ha pasado desde que te marchaste. Desde lejos. Sin que me escuches. Sin que me veas. Me despido de tí cada día para darme cuenta de que ya no estás. Y así, hasta que no me queden más recuerdos, hasta que me olvide de que alguna vez estuviste en mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario