domingo, 30 de diciembre de 2012

Cartas a Leire.


Querida Leire:

Me dispongo a contestar a tu email, tarde, pero bueno, más vale tarde que nunca.

Responder a un simple “¿Qué tal estás?” a veces puede resultar complicado, más si tengo que ofrecerte una respuesta que te pueda dar una idea de cómo me encuentro en este momento.

Pues bien, desde que te marchaste a Lisboa estoy un poco más ausente, ya sabes que yo siempre me estoy yendo, pero ahora un poco más. Hace mucho que este dejó de ser mi sitio. Por ahora ando buscando un nuevo lugar en el que poder crecer, de momento me he ido a vivir a Granada por una temporada, quizás su sol de invierno me haga aclararme un poco.

Ahora que está a punto de finalizar el año puedo decirte que mis emociones parecen que han ido subidas en una montaña rusa. Puede que por pretendientes que nunca pretenden, amantes que no aman, amigos que se marchan, soledad que no acompaña... Aun así no puedo decir que haya sido un mal año: viví, sufrí y amé.

Haciendo mención a esa frase que sabes que me gusta recordar tanto por estas fechas, esa que dice “Si cuando haces recuento de un año no te hace llorar de tristeza o alegría, considéralo un año perdido” te puedo asegurar que no he perdido mi tiempo, me lo he gastado en salir, beber, el rollo de siempre.

No quisiera finalizar sin decirte que te he echado muchísimo de menos, probablemente eso haya sido una de las cosas que más me ha dolido este año. Por favor no te vuelvas a ir, al menos si lo haces inventa una despedida, finjamos que la tuvimos.

Te quiero Gitana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario